miércoles, 26 de noviembre de 2008

¡Acción!


Me descuidé un segundo y se metió furtivamente dentro de una de las fotos.

Cada vez que lo espiaba, lo pescaba ensayando todo tipo de morisquetas y posiciones estrambóticas. No quería desperdiciar sus quince minutos de fama.

Pasaba el tiempo y yo iba seleccionando otras fotos, su turno de aparecer nunca llegaba.

Mañana se despertará y se dará cuenta de que se ha quedado dormido en el momento menos apropiado.
Había perdido su oportunidad. A veces pasa.